El acogimiento familiar es un recurso de apoyo temporal cuando el niño o niña no puede continuar conviviendo con su familia de origen, fundamentalmente debido a situaciones de maltrato y desprotección familiar, y por ello se busca un entorno familiar alternativo, o sea, familias de acogida, para permitir el adecuado desarrollo y bienestar del niño o niña, manteniendo la relación con su familia biológica, siempre que sea conveniente para éste.
En Aldeas Infantiles SOS no tenemos competencia legal para seleccionar a los niños que acogemos en Aldeas Infantiles SOS. Nos los derivan los Servicios Sociales de cada Comunidad Autónoma cuando, por diversas circunstancias, no pueden vivir con sus padres. A menudo acogemos grupos de hermanos, para que sigan viviendo juntos pues tenemos muy presente no separar a los hermanos biológicos.
Según la vinculación de los niños y niñas acogidos con la familia acogedora pueden distinguirse dos modalidades:
• Acogimiento en familia extensa: cuando la familia acogedora mantiene un vínculo con el niño o niña por una relación de parentesco o una especial y cualificada relación afectiva. Es la forma de acogimiento de elección prioritaria para la Administración.
• Acogimiento en familia ajena: cuando la propia familia del niño o niña, incluida la familia extensa, no puede o no es conveniente que se haga cargo de éste, es una familia sin relación de parentesco quien asume su guarda.
Desde Aldeas Infantiles SOS proponemos un Acogimiento Familiar con Apoyo Organizativo, con ello se pretende asegurar el éxito del acogimiento en un entorno protector seguro, mediante el acompañamiento, orientación y apoyo a los núcleos acogedores y en especial a los niños, niñas y jóvenes, junto a sus familias de origen.
En función de los servicios convenidos con las Administraciones Públicas de cada comunidad autónoma, varía el apoyo que se les ofrece a los niños y niñas, a sus familias de origen y a las familias de acogida, que pueden ser acciones como: celebración de puntos de encuentro familiar y/o mediación entre los niños, niñas y sus familias, acciones formativas, seguimiento y valoración del proceso de acogimiento, apoyo en momentos puntuales de crisis, intervención con las familias de origen para ver si los niños y niñas pueden volver con sus padres si desaparecen los motivos que llevaron a esa situación de desamparo, desarrollo de talleres con los niños, niñas y jóvenes, campamentos, respiros familiares, encuentros entre familias de acogida, etc.
